Cuando tenía 16 años, al estudiar COU, me fascinó descubrir a Hume y su visión de las creencias. Según su sistema filosófico, los humanos vivíamos asumiendo que determinados acontecimientos iban a producirse por la fuerza de la costumbre. Asumíamos que el sol iba a salir cada mañana por el horizonte pero, en realidad, el ser humano medio, no tiene forma de saber si va a ser así o una horrible catástrofe estelar va a poner fin a la vida del Sol (y de nuestras vidas, claro) a lo largo de las próximas horas. Desde que soy enfermo crónico, una de las cosas con las que he tenido que aprender a convivir es con un sistema de creencias más reducido que el que tenía antes. Cuando eres un “chico sano”, crees que te podrás ir de vacaciones en septiembre porque “¿qué podría pasar que te lo impidiera?”. Una vez que eres enfermo crónico, siempre hay una respuesta posible a esa pregunta que te ronda...