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Todos somos Placebo

By on jun 11, 2016 in crohn | 1 comment

El efecto Placebo tiene muy mala prensa. Se diría que sólo lo sufren los tontos, los incultos y el grupo de control de los ensayos clínicos, que para eso les pagan. Pues no, resulta que al grupo de control no se le paga (en Europa al menos no o, al menos, no se debería) y que el efecto Placebo lo podemos experimentar todos, al menos en potencia. Desde luego, muchos enfermos crónicos entramos en la categoría de pacientes “pendientes de sus síntomas” y que, por el mero hecho de estarlo, son un poco más susceptibles al efecto placebo. ¿Por qué? Porque cuando te has acostumbrado a evaluar tus deposiciones, tus dolores, tus sensaciones corporales día a día es muy frecuente observar variaciones y resulta extremadamente sencillo atribuir ese cambio a un acto médico, a un fármaco o a la ingesta de tal o cual alimento. El problema es que el cuerpo humano es una maquinita muy compleja...

Se busca equipo

By on may 30, 2016 in cosas |

Este pasado fin de semana millones de personas se han sentido morir –literalmente– o tocar el cielo en función del resultado de un partido de fútbol. He oído a mis vecinos gritarle al televisor, aullar por las ventanas y todos hemos visto a gente perfectamente normal dar muestras de un comportamiento que, examinado objetivamente, podría ser confundido con histeria colectiva o epilepsia. Y sin embargo, éste no va a ser un post para criticarles, ni para decir que me parece mal toda la energía dedicada al fútbol, no. A mí lo que me da todo esto es mucha envidia. Pero mucha. Porque jamás he conseguido sentirme parte de esas instituciones colectivas que hacen que la gente grite y se exalte. Ni el fútbol, ni el baloncesto, ni el ciclismo me han hecho nunca pegarle un grito al televisor. Pero tampoco unas elecciones han conseguido que me convierta en un ferviente defensor de tales o cuales...

Molestias

By on may 22, 2016 in cosas |

“¡Qué coñazo el perro del vecino, todo el día ladrando!” pensó mientras trataba de concentrarse en su periódico dominical. Justo en ese momento, los niños de una terraza empezaron a jugar, a gritar y él sintió como su irritación crecía. “Quizás, después de todo, no había sido tan buena idea venirse a vivir a la periferia, donde todo el mundo parece empeñado en emplear su tiempo libre en hacer ruido, cuánto más, mejor”.

Ciencia Ficción (II)

By on may 16, 2016 in cosas |

–No sé cómo puedes escuchar esa basura, hijo mío– espetó Ricardo a su hijo, sin levantar la vista del listado de tuits holográficos de la tarde.

–Déjame en paz, papá. Yo no te digo nada cuando oyes tu música de viejos– respondió el junior.

Ciencia Ficción (O no)

By on may 7, 2016 in cosas |

–Entonces ¿Lo habéis entendido todos bien o tenéis alguna duda? –interpeló el Licenciado Cabrera a la veintena de adolescentes con granos que le miraban, empanadísimos, desde el fondo del aula, cada uno con la vista fija en su terminal táctil.

–Mirad que entra en el digitest de la semana que viene y luego no quiero dramas cuando actualice vuestra evaluación continua y se os bloqueen los terminales de ocio, eh. –La amenaza velada pareció surtir efecto y Andresito, que con sus 14 años más bien aparentaba 16, levantó la mano: –Yo no lo entiendo, Señor Cabrera.