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El diagnóstico

By on feb 12, 2014 in crohn |

A mi me diagnosticaron la enfermedad cuando tenía sólo 21 añitos, de eso hace ya más de 16. Contrariamente a lo que dice la estadística, a mi la enfermedad me la diagnosticaron metiéndome un tubo muy largo por la boca, después de que mi médico de cabecera  sospechase que podía tener unas úlceras de duodeno (Yo tenía la certeza de que tenía algo roto en algún punto de mi abdomen porque me dolía horrores  justo antes y después de comer y mi médico fue el que convirtió mi certeza –me duele– en una sospecha clínica:  lo de las úlceras y el duodeno) Yo en aquella época dependía de la cobertura santiaria de mi padre y él era funcionario de Muface así que conseguir hora para la endoscopia fue relativamente fácil y la endoscopia… Bueno, ya dedicaré un episodio a los placeres de las endoscopias superior e inferior pero puedo adelantar sin temor a equivocarme que la obsesión que tenemos los...

¡Cómo vienen los alumnos de hoy en día!

By on feb 11, 2014 in clase |

Uno de los temas de conversación preferidos de los profesores de enseñanzas post obligatorias suele ser “lo mal que vienen los alumnos de hoy en día”. Así, indignados y café en ristre, se comentan las carencias que presentan los alumnos de la última hornada en áreas del conocimiento donde el portador del café con leche no tenía ninguna. Escuchar cosas como “No se han leído El Quijote”, “No saben nada de física” o “Carecen de cualquier conocimiento de historia antigua” es absolutamente frecuente. Que a los mayores de 35, los menores de 25 nos producen un terror indescriptible es un fenómeno tan antiguo como la humanidad. Estoy completamente seguro de que algún día alguien descifrará un jeroglífico en la pirámide de Keops donde, con algún matiz, se podrá leer lo siguiente: “Los jóvenes de hoy en día están echando a perder el...

Cuéntalo Bien

By on feb 11, 2014 in cosas |

Contar una historia es tremendamente difícil. No hablo de escribir guiones, novelas o relatos. Hablo simplemente de conseguir que la persona a la que va dirigida la historia mantenga la atención de principio a fin y no termine suplicándote que, por favor, pongas fin a tu historia lo antes posible. Todos conocemos a gente que cuenta muy bien las historias y nos atrapa desde el minuto uno -incluso aunque su historia trate sobre una cola de supermercado- y gente que nos aburre mortalmente -incluso mientras nos cuenta su paseo espacial, al borde de la muerte, para arreglar el sistema de soporte vital de la Estación Espacial Internacional. Yo hoy voy a hablar del libro que debéis regalar a todos esos plastas, astronautas o no, para que dejen de infligir dolor a su alrededor. No es el objetivo de este blog vender libros -y menos ajenos- pero Cuéntalo bien es el mejor tratado que he leído...