Google PlusFacebookTwitter

Todos somos Ministros de Fomento

By on abr 21, 2014 in curiosidad |

Fíjese bien, mire a su alrededor: su jefe, su cuñado, su director general, el jefe de personal… son todos Ministros de Fomento. Larra dijo que éramos el país del “vuelva usted mañana”,  yo me temo que es mucho peor: somos todos ministros de obras públicas. Los síntomas son claros: se gasta  con alegría el dinero de los demás, los problemas se solucionan pasándoselos a otro y, desde luego, una vez solucionados, el mérito se lo atribuye uno a si mismo y se inaugura la solución a bombo y platillo. Si conoce a alguien con estos hábitos, no lo dude ni un momento, se trata de otro Ministro de Fomento “de tapadillo”. Según mis propias estimaciones, el número ronda los treinta millones; en un país con cuarenta millones de habitantes no está nada mal. Somos un país de inauguradores. Cualquier problema se soluciona haciendo una obra e inaugurándola lo antes posible,...

La física o la vida.

By on mar 4, 2014 in curiosidad |

Yo tuve el peor profesor de física del mundo. Fue en segundo de BUP y habrá a quien le parezca una afirmación gratuita o algo irrelevante a la vista de mi actual vocación profesional pero no es así. Ese profesor me hizo odiar la física intensamente durante mucho tiempo, demasiado tiempo. Y, sin embargo, todo lo que nos rodea es física. Cuando conducimos, nos movemos por el estrecho margen que las leyes de la física nos dejan o, si optamos por salirnos de esos márgenes, terminamos en una acequia repitiéndole a un médico del SAMUR “No sé cómo ha pasado. Yo iba bien”. Cuando nos subimos a un avión, nos morimos de miedo pensando que es imposible que un avión vuele cuando, en realidad, lo que es imposible es que un avión ruede por la pista más allá de cierta velocidad. Pasada esa velocidad, el avión quiere volar y salvo que el piloto se empeñe en lo contrario, volará. Luego, en...

Miedo a volar

By on feb 9, 2014 in curiosidad |

Yo no soy piloto, no trabajo en el sector de la aviación y sólo soy ese depravado que, cuando el avión se mete en una zona de turbulencias, sonríe feliz al notar como se mueve el avión. Sí, soy eso que se llama un aerotrastornado. Este texto no busca ser la solución definitiva al miedo a volar pero sí es un texto que escribí en su día a petición de una amiga mía y que ha ido sufriendo adaptaciones a medida que otros amigos con miedo a volar me lo han ido pidiendo. A algunos les ha ayudado, a otros no. Si a ti te ayuda, me alegraré mucho. Y si alguien ve alguna corrección o añadido que hacer, que lo diga, que estaré encantado de corregir todo lo corregible. En primer lugar, es bueno entender que uno tiene derecho legítimo a tener miedo. Puede tener miedo a volar,  a las agujas, a estar solo o a que la enfermedad de Crohn te putee la vida pero tener miedo es razonable y, de hecho, es un...